
Gaiman, como ya nos tiene acostumbrados, enfrenta a una solitaria niña a un mundo de peligros sobrenaturales y la rodea de una familia terroríficamente real. Y nos lo cuenta cono si compartiera con nosotros un pequeño secreto, con una complicidad cálida y acogedora. McKean por su parte sin dejar a un lado el surrealismo de sus portadas para la serie Sandman, apuesta por una ilustración más realista pero igual de personal. Cada imagen es un triunfo de la composición y del diseño, y cada cambio de página la confirmación de que no podrás quitar tus ojos de esta obra maestra del cuento moderno. Si deseas asomarte al universo fantástico de Gaiman o te apetece volver a experimentar el sentido de la maravilla que tenias siendo un niño, este es sin duda un buen comienzo.
que casualidad, leí tu post el miércoles, y el jueves cuando fui de visita a la casa de una amiga de Barcelona la encontré en el salón con un montón de cuentos de la biblioteca, y uno de ellos era el de gaiman! estaba en inglés. Ayer estuve en una librería de Vilanova pero no le tenían :(
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